El Centro de Artes Plásticas de la Fundación Rafael Botí, institución dependiente de la Diputación, acoge desde el pasado 11 de noviembre una exposición con la que se cierran los actos conmemorativos por el nacimiento de Rafael de La-Hoz, “que comenzaron el año pasado con una muestra sobre su obra pública como arquitecto de la Diputación de Córdoba, otra sobre su obra privada y concluimos con una muestra en la que se repasa la vida social y artística de la ciudad durante el tiempo en que Rafael vivió, que se corresponde con los tres últimos cuartos del siglo XX”.
Así lo señaló el delegado de Cultura de la institución provincial, Gabriel Duque, durante el acto de inauguración de la exposición Córdoba 1924-2000. La ciudad y el tiempo de Rafael de La-Hoz, en el que estuvo acompañado por José María Baez, uno de los comisarios de la muestra, junto con Óscar Fernández.
Duque destacó que “la exposición recoge un total de 217 piezas entre pinturas, esculturas, grabados, fotografías, documentos que han sido prestados para la ocasión por un total de 25 entidades públicas y privadas”, a las que mostró su agradecimiento.
“En esta muestra se hace un repaso por la vida de Córdoba en la que Rafael de La-Hoz tuvo una presencia muy activa en un periodo en que transcurrieron muchas vicisitudes”, señaló Duque, para quien esta muestra “va a servir para que se vea el modelo de ciudad que queremos que continúe, con una Córdoba moderna y abierta al mundo”.
Por su parte, José María Baez explicó que “la exposición habla de Córdoba, en la que hemos hecho un recorrido por lo que ha pasado en la ciudad entre el año 1924 y el año 2000. O sea, lo que hacemos es un barrido por todo el tiempo en el que vivió Rafael de La-Hoz, aunque él no aparece en el itinerario de la exposición hasta 1950, que es cuando termina la carrera y empieza a trabajar en la ciudad”.
“Lo que hemos hecho es una especie de iconografía de la ciudad basándonos sobre todo en sus creadores y sus piezas más singulares. Es una selección muy subjetiva por dos motivos, porque el espacio de la sala nos obligaba a sintetizar y también porque el espectro histórico es suficientemente amplio, por lo que teníamos que sintetizarlo”, destacó Baez.
El comisario de la exposición, tras analizar algunos de los momentos más llamativos de este amplio periodo histórico, hizo hincapié en la guía explicativa que se ha editado, de la que remarcó que “para nosotros es como la novela de la ciudad”.
La exposición Córdoba 1924-2000. La ciudad y el tiempo de Rafael de La-Hoz ocupa las salas de las dos primeras plantas del Centro de Artes Plásticas de la Fundación Botí y permanecerá abierta al público desde el pasado 11 de noviembre y hasta el próximo día 7 de diciembre.
Aunque nació en Madrid, Rafael de La-Hoz (1924-2000) estuvo fuertemente vinculado a Córdoba, donde su padre ejerció como arquitecto al servicio de la Diputación de Córdoba. Aquí se formó en su juventud y aquí volvió para ejercer su carrera tras finalizar sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Continuó la labor de Arquitecto provincial que había desempeñado su padre.
Carismático y bien posicionado en el ambiente social, La-Hoz pronto se convirtió en un referente indiscutible de la cultura de la modernidad en la ciudad. Inserto en unos tiempos históricos caracterizados por la integración de las artes, tuvo la habilidad de reclamar la presencia de numerosos artistas en sus obras. Desde la inicial participación de Jorge Oteiza, Luis Aguilera Bernier y Miguel del Moral en la Cámara de Comercio de Córdoba (que realizó junto a su compañero de promoción José María García de Paredes), hasta Equipo 57, Tomás Egea Azcona y Antonio Povedano.
Así lo señaló el delegado de Cultura de la institución provincial, Gabriel Duque, durante el acto de inauguración de la exposición Córdoba 1924-2000. La ciudad y el tiempo de Rafael de La-Hoz, en el que estuvo acompañado por José María Baez, uno de los comisarios de la muestra, junto con Óscar Fernández.
Duque destacó que “la exposición recoge un total de 217 piezas entre pinturas, esculturas, grabados, fotografías, documentos que han sido prestados para la ocasión por un total de 25 entidades públicas y privadas”, a las que mostró su agradecimiento.
“En esta muestra se hace un repaso por la vida de Córdoba en la que Rafael de La-Hoz tuvo una presencia muy activa en un periodo en que transcurrieron muchas vicisitudes”, señaló Duque, para quien esta muestra “va a servir para que se vea el modelo de ciudad que queremos que continúe, con una Córdoba moderna y abierta al mundo”.
Por su parte, José María Baez explicó que “la exposición habla de Córdoba, en la que hemos hecho un recorrido por lo que ha pasado en la ciudad entre el año 1924 y el año 2000. O sea, lo que hacemos es un barrido por todo el tiempo en el que vivió Rafael de La-Hoz, aunque él no aparece en el itinerario de la exposición hasta 1950, que es cuando termina la carrera y empieza a trabajar en la ciudad”.
“Lo que hemos hecho es una especie de iconografía de la ciudad basándonos sobre todo en sus creadores y sus piezas más singulares. Es una selección muy subjetiva por dos motivos, porque el espacio de la sala nos obligaba a sintetizar y también porque el espectro histórico es suficientemente amplio, por lo que teníamos que sintetizarlo”, destacó Baez.
El comisario de la exposición, tras analizar algunos de los momentos más llamativos de este amplio periodo histórico, hizo hincapié en la guía explicativa que se ha editado, de la que remarcó que “para nosotros es como la novela de la ciudad”.
La exposición Córdoba 1924-2000. La ciudad y el tiempo de Rafael de La-Hoz ocupa las salas de las dos primeras plantas del Centro de Artes Plásticas de la Fundación Botí y permanecerá abierta al público desde el pasado 11 de noviembre y hasta el próximo día 7 de diciembre.
Un referente de la Arquitectura
Aunque nació en Madrid, Rafael de La-Hoz (1924-2000) estuvo fuertemente vinculado a Córdoba, donde su padre ejerció como arquitecto al servicio de la Diputación de Córdoba. Aquí se formó en su juventud y aquí volvió para ejercer su carrera tras finalizar sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Continuó la labor de Arquitecto provincial que había desempeñado su padre.
Carismático y bien posicionado en el ambiente social, La-Hoz pronto se convirtió en un referente indiscutible de la cultura de la modernidad en la ciudad. Inserto en unos tiempos históricos caracterizados por la integración de las artes, tuvo la habilidad de reclamar la presencia de numerosos artistas en sus obras. Desde la inicial participación de Jorge Oteiza, Luis Aguilera Bernier y Miguel del Moral en la Cámara de Comercio de Córdoba (que realizó junto a su compañero de promoción José María García de Paredes), hasta Equipo 57, Tomás Egea Azcona y Antonio Povedano.
REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL
FOTOGRAFÍA: DIPUTACIÓN DE CÓRDOBA
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