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El comedor social "San Juan de Ávila" triplica el número de usuarios desde el inicio de la crisis del coronavirus

El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, acompañado de la teniente de alcalde de Presidencia, Hacienda y Organización Interior, Ana Rodríguez, han visitado esta mañana las instalaciones del comedor social "San Juan de Ávila" de Cáritas Montilla, ubicado en la plaza Ángel Sisternes, con el objetivo de conocer el trabajo que desarrollan sus voluntarios en un momento en el que la crisis generada por la pandemia del coronavirus ha triplicado el número de usuarios.


Precisamente, conscientes del aumento de familias que acuden al comedor para cubrir sus necesidades básicas de alimentación como consecuencia de la crisis económica generada por la covid-19, el Pleno de Montilla aprobó recientemente una subvención nominativa de 1.000 euros para apoyar a los gastos a los que se enfrenta el servicio, sufragado a través de las ayudas ciudadanas y colaboraciones de empresas de la ciudad, además de los alimentos aportados por el Banco de Alimentos.

Una visita que, como señaló el alcalde de Montilla, pretende "visualizar y poner en valor la labor que realizan estos voluntarios" que han visto como en los últimos meses ha llegado a triplicarse el número de usuarios diarios, pasando de 25 comidas diarias a un pico de 80.

"Una vez que nos transmitieron que existían una necesidad puntual para dar respuesta a la crisis social y económica que está generando la crisis sanitaria, el Ayuntamiento no ha dudado en colaborar con ellos", apuntó Llamas, quien abogó por que no sea una colaboración puntual y que el apoyo a esta labor "encomiable" sea continuado en el tiempo.

En este sentido, el primer edil agradeció el compromiso de las asociaciones y colectivos de la ciudad que "llegan a muchos aspectos a los que las administraciones públicas no pueden llegar". "Por todo esto, ese trabajo conjunto de colaboración hace que logremos el objetivo de que ninguna familia, por su situación económica, carezca de cuestiones básicas como son los alimentos", apuntó.

Un trabajo que, como señaló la hermana Manoli Andrade, coordinadora del comedor social, se ha visto desbordado con la gran demanda de ayuda registrada desde el inicio de la pandemia, alcanzándose una cota máxima de 80 comidas al día.

Una cifra que, en la actualidad, se mantiene en torno a las 70 raciones. "Al llegar a estas cifras nos preocupamos porque no podíamos hacer frente a esa demanda con los recursos que teníamos, e incluso tuvimos que pedir a quienes tenían una mejor situación que dejarán de venir un tiempo para dar paso a otros", explicó la hermana Andrade, quien destacó que incluso cuenta "con lista de espera".

Y es que, junto a la mayor demanda de comidas por parte de un perfil de usuario que, hasta hace unos meses, era poco habitual en el comedor montillano, la pandemia del coronavirus también ha generado un mayor gasto en otros aspectos como el uso de fiambreras y bolsas de plástico para poder entregar las comidas pues, como señaló la coordinadora, "ahora todo se consume en casa y aquí no entra nada que venga del exterior por parte de las familias, ni siquiera bolsas de plástico, por la seguridad de todos".

I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR