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Una inocentada sobre el Arco de San Lorenzo moviliza a efectivos de la Policía Local y a técnicos municipales

Un montaje fotográfico que alertaba del presunto derrumbe del Arco de San Lorenzo, perteneciente al antiguo convento de San Francisco, generó una gran alarma entre los vecinos de Montilla durante la jornada del pasado 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. Y lo que pretendía ser una broma, de mayor o menor gusto, generó una importante movilización de medios por parte del Ayuntamiento de Montilla para "asegurar la integridad de este patrimonio" que, finalmente, tan solo certificaron que se trataba de una falsa alarma.



El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, lamentó ayer la "falta de sensibilidad" mostrada por el autor del montaje fotográfico, que corrió como la pólvora en redes sociales y sistemas de mensajería instantánea, "por poner en duda la integridad de un patrimonio con el que los montillanos se sienten muy identificados".

Por ello, según explicó a Montilla Digital, una vez que se tuvo conocimiento de la existencia de dicha fotografía, se movilizó tanto a la Policía Local como a técnicos municipales de Cultura, además de dar aviso a la Consejería de Cultura, para evitar que se pudiera producir un expolio similar al ocurrido en el mes de marzo de 2005 y, anteriormente, en 1999.

"No estamos hablando de un inmueble sin más, sino de un Bien de Interés Cultural (BIC) y, por tanto, de un patrimonio protegido sobre el que este equipo de gobierno tiene un claro objetivo de garantizar su conservación y recuperación en los próximos años", indicó Llamas, quien puntualizó que, precisamente la catalogación como BIC de este espacio obligó a contactar con personal de la Junta de Andalucía "en caso de que fuera necesario movilizar cualquier elemento desprendido".

En ese sentido, el primer edil montillano insistió en la "falta de sensibilidad" del autor de la broma, que resultó ser un vecino de la localidad, de 52 años de edad, que comparte habitualmente en redes sociales montajes fotográficos de diversa índole y que, tras comprobar el revuelo que había provocado su ocurrencia, pidió disculpas. "Nunca fue con mala intención: solamente fue una broma por el Día de los Santos Inocentes y no para causar alarma", aseguró a través de su perfil personal en Facebook.



Con todo, Rafael Llamas recordó que el Código Penal recoge como "delito de falsa alarma" el hecho de simular una situación de peligro para la comunidad o la producción de un falso siniestro, siempre que con ello se provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia sanitaria o salvamento.

En este sentido, y a raíz de la polémica suscitada sobre el estado de conservación en el que se encuentra el Arco de San Lorenzo –incluido hace unos meses en la Lista Roja del Patrimonio–, Llamas señaló que el objetivo del equipo de gobierno "es dar una solución a la situación a este BIC a lo largo de este mandato".

Para ello, según apuntó el primer edil, se estudiará el proyecto de recuperación desarrollado por el Ayuntamiento de Montilla años después de su adquisición en 2006 y tras varios expolios que afectaron a importantes elementos de este espacio patrimonial, "para estudiar su viabilidad o trabajar en otra actuación más conveniente".

Un enclave solanista

El convento de San Lorenzo fue fundado por los frailes franciscanos a principios del siglo XVI. Situado en el paraje conocido como Huerta del Adalid, extramuros de la población y en dirección a Espejo, el convento se encuentra en estado ruinoso desde el siglo XVIII. Hoy sólo se conservan algunos restos del convento que conoció en su día San Francisco Solano, quedando en pie la portada renacentista atribuida a Hernán Ruiz I, que constituye una de las últimas muestras del plateresco español en la provincia.

El monumento, que desde el 16 de marzo de 2006 es de propiedad municipal, se encuentra en estado ruinoso después de haber sufrido dos importantes expolios en 1999 y 2005. Desde entonces, tanto el Ayuntamiento de Montilla como el Consejo Asesor de Patrimonio Histórico –un organismo formado por los grupos municipales y por representantes de los colectivos culturales de la ciudad- han reiterado en numerosas ocasiones la necesidad de actuar cuanto antes en la portada.

Tras el primer expolio sufrido por el monumento, se barajó la posibilidad de reconstruir la portada en un lugar más próximo al casco urbano, aunque un informe de la Junta desaconsejó el cambio de ubicación.

En marzo de 2005, la portada sufrió el segundo expolio en seis años, que se saldó con la sustracción de un enorme sillar que continúa en paradero desconocido y que contenía la talla de un ángel que sostenía una guirnalda floral. Asimismo, el último atentado afectó también al capitalillo que cubría las medias balaustradas que flanqueaban la portada, decorada con sillares despiezados alusivos a la Pasión de Jesucristo, lo que convertía al conjunto en un monumento único, de incalculable valor.

I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: J.P. BELLIDO (ARCHIVO)