El Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH) ha dado por finalizada la restauración del documento por el que el rey Felipe IV concedía a Montilla el título de ciudad en el año 1630. La actuación, fruto del convenio suscrito entre esta entidad científica dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta y la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales (AAIC), ha permitido recuperar este valioso documento que se custodia en el Archivo Municipal de Montilla.
Felipe IV de Austria, también llamado el Grande o el Rey Planeta, concedió a Montilla el título de ciudad el 21 de marzo de 1630 por un precio de 22.000 ducados. Aunque por el momento se desconoce el alcance exacto de este tipo de privilegios, los técnicos del IAPH sostienen que "esta concesión otorgaba al concejo de la ciudad facultad para juzgar en primera instancia, autogobierno y administración local, elección de oficiales del concejo y nombramiento de oficios".
Según el informe elaborado por el IAPH, al que ha tenido acceso Montilla Digital, el documento primigenio constaba de cuatro folios de pergamino manuscritos con tintas metaloácidas y redactado en escritura cancilleresca "de gran perfección".
A su llegada a Montilla, el título fue objeto de algunos añadidos. Así, se incluyó al principio del documento dos iluminaciones correspondientes a las armas del quinto marqués de Priego y la imagen de la Inmaculada Concepción, realizadas por el pintor Juan Delgado por el precio de nueve reales y medio.
A continuación, Juan Bautista de Morales –que el 10 de octubre de 1622 instaló la primera imprenta de Montilla bajo el auspicio del Marqués de Priego-.mejoró la encuadernación original del documento con un soporte de madera recubierto de terciopelo carmesí y guardas de pergamino. El precio del trabajo fue de 20 reales.
"Por último, se insertaron los cierres y las cantoneras de plata por el precio de 130 reales a cargo del platero Gonzalo Gutiérrez de los Ríos, y se diseñó una caja que no se ha conservado", detallan desde el IAPH.
El documento que ahora se ha restaurado, y que cuenta con unas dimensiones de 318 milímetros de alto por 215 de ancho y un grosor de 27 milímetros, conserva un sello original, pendiente de cera roja, que se custodia en una pequeña caja de estaño sobredorada y en cuya cara se aprecia la impronta de las armas simplificadas de Felipe IV. "El cuerpo del libro, realizado en pergamino, presentaba suciedad superficial, deformaciones y pequeñas pérdidas de soporte", detalla el informe del IAPH.
De igual modo, la encuadernación presentaba desgastes en el tejido, algo característico de los terciopelos debido al roce, llegando en algunas zonas a la rotura de las fibras. "Estos desgastes se localizaban principalmente en la zona del lomo y todo el perímetro del libro", indicaron las mismas fuentes, que aseguraron que tanto las cantoneras metálicas como la caja metálica que custodiaba el documento sufrían los efectos de la corrosión.
"El sello de cera, además de suciedad superficial, estaba fracturado y con pequeñas pérdidas de materia", indicaron desde el IAPH. Tras realizar los estudios pertinentes y someter la obra a un tratamiento de desinsectación y desinfección, los técnicos de la entidad han procedido a la reparación integral de la obra.
Finalmente, para mejorar el estado de conservación del título de ciudad, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ha realizado una caja a medida rotulada en oro que, a juicio de los técnicos de esta entidad científica, "dota de unidad a todo el conjunto que conforma el documento".

Felipe IV de Austria, también llamado el Grande o el Rey Planeta, concedió a Montilla el título de ciudad el 21 de marzo de 1630 por un precio de 22.000 ducados. Aunque por el momento se desconoce el alcance exacto de este tipo de privilegios, los técnicos del IAPH sostienen que "esta concesión otorgaba al concejo de la ciudad facultad para juzgar en primera instancia, autogobierno y administración local, elección de oficiales del concejo y nombramiento de oficios".
Según el informe elaborado por el IAPH, al que ha tenido acceso Montilla Digital, el documento primigenio constaba de cuatro folios de pergamino manuscritos con tintas metaloácidas y redactado en escritura cancilleresca "de gran perfección".
A su llegada a Montilla, el título fue objeto de algunos añadidos. Así, se incluyó al principio del documento dos iluminaciones correspondientes a las armas del quinto marqués de Priego y la imagen de la Inmaculada Concepción, realizadas por el pintor Juan Delgado por el precio de nueve reales y medio.
A continuación, Juan Bautista de Morales –que el 10 de octubre de 1622 instaló la primera imprenta de Montilla bajo el auspicio del Marqués de Priego-.mejoró la encuadernación original del documento con un soporte de madera recubierto de terciopelo carmesí y guardas de pergamino. El precio del trabajo fue de 20 reales.
"Por último, se insertaron los cierres y las cantoneras de plata por el precio de 130 reales a cargo del platero Gonzalo Gutiérrez de los Ríos, y se diseñó una caja que no se ha conservado", detallan desde el IAPH.
El documento que ahora se ha restaurado, y que cuenta con unas dimensiones de 318 milímetros de alto por 215 de ancho y un grosor de 27 milímetros, conserva un sello original, pendiente de cera roja, que se custodia en una pequeña caja de estaño sobredorada y en cuya cara se aprecia la impronta de las armas simplificadas de Felipe IV. "El cuerpo del libro, realizado en pergamino, presentaba suciedad superficial, deformaciones y pequeñas pérdidas de soporte", detalla el informe del IAPH.
De igual modo, la encuadernación presentaba desgastes en el tejido, algo característico de los terciopelos debido al roce, llegando en algunas zonas a la rotura de las fibras. "Estos desgastes se localizaban principalmente en la zona del lomo y todo el perímetro del libro", indicaron las mismas fuentes, que aseguraron que tanto las cantoneras metálicas como la caja metálica que custodiaba el documento sufrían los efectos de la corrosión.
"El sello de cera, además de suciedad superficial, estaba fracturado y con pequeñas pérdidas de materia", indicaron desde el IAPH. Tras realizar los estudios pertinentes y someter la obra a un tratamiento de desinsectación y desinfección, los técnicos de la entidad han procedido a la reparación integral de la obra.
Finalmente, para mejorar el estado de conservación del título de ciudad, el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico ha realizado una caja a medida rotulada en oro que, a juicio de los técnicos de esta entidad científica, "dota de unidad a todo el conjunto que conforma el documento".
REDACCIÓN / CAMPIÑA DIGITAL