Preocupación e incertidumbre. Esas son las sensaciones que comparten las regiones productoras de ajos en España, tras culminar una cosecha marcada por la "excelente calidad del producto" y por el "pánico injustificado" que ha sembrado en los mercados la brutal bajada de precios aplicada por China "de manera inesperada", tal y como explicó el presidente de la Asociación de Productores y Comercializadores de Ajo de Andalucía (Aprocoa), Miguel del Pino, que este pasado fin de semana asistió en la localidad conquense de Las Pedroñeras a la Mesa Nacional del Ajo.
FOTO: FRANCIS SALAS
"Existe desazón en todo el sector a nivel nacional como consecuencia de los precios bajos que se están registrando en todas las regiones productoras de España", indicó Miguel del Pino, quien subrayó que "a priori se daban todas las condiciones para que fuera una campaña extraordinaria en cuanto a precios", dado que quedaban pocos excedentes del año anterior y, además, el ajo chino mantenía unos precios muy altos, algo que no suele ser habitual.
Sin embargo, de forma inesperada, el país asiático aplicó una disminución "brutal" de precios, pasando de los dos euros por kilo a sesenta céntimos. "Eso hizo que cundiera el pánico en España y que se empezaran a bajar aquí los precios hasta llegar a unos márgenes que casi reportan pérdidas", explicó el presidente de Aprocoa, para quien la devaluación del ajo en el mercado español "no tiene ninguna base lógica", pues el producto que entra desde China apenas satisface el siete por ciento de la demanda total de los consumidores europeos.
Sin embargo, esta agresiva política comercial paralizó las transacciones comerciales, sobre todo por el temor instaurado entre las grandes superficies. En ese sentido, los integrantes de la Mesa Nacional del Ajo han instado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a solicitar la intervención de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) ante la posibilidad de que ajo chino de contrabando pudiera estar penetrando en el mercado comunitario.
"Queremos que se extreme la vigilancia de la entrada fraudulenta de producto, fundamentalmente a través de los países del Este, donde las aduanas pueden ser un poco más permeables", comentó Miguel del Pino, quien reconoció que "la tentación de importar ajo chino de manera clandestina puede ser fuerte, teniendo en cuenta el precio tan bajo que mantiene".
Con todo, el sector se muestra confiado en un repunte de los precios a corto o medio plazo, auspiciado además por la "excelente calidad" de esta campaña, que se cerrará entre los 30 y los 35 millones de kilos de ajos recolectados en el área de influencia de Montalbán, un aforo muy similar al del pasado año. Y es que, aunque en esta ocasión se había cultivado un 5 por ciento más de superficie, las lluvias inundaron las plantaciones más próximas a los cauces fluviales, impidiendo ese incremento de la producción.
En cualquier caso, la campaña se ha concretado en las cerca de 3.000 hectáreas cultivadas en Córdoba y, también, en las provincias de Sevilla o Málaga, donde se siembran ajos por parte de agricultores montalbeños. "La mayor parte de la superficie en Montalbán está dedicada al ajo temprano", detalló Miguel del Pino, quien destacó que la provincia ha vuelto a ser la primera región de Europa en recolectar esta variedad, aunque de forma algo tardía, dado que la campaña se inició a finales de mayo.
Pilar de la economía local
El impacto del cultivo del ajo en la economía de la Campiña cordobesa está fuera de toda duda. Si el alcalde de Montalbán de Córdoba, Miguel Ruz, reconocía hace unos días que "el 90 por ciento de la economía montalbeña gira en torno al ajo", el presidente de Aprocoa situaba en torno a los 40 o 50 millones de euros el valor que reportará el ajo cosechado en la comarca durante la presente campaña.
Según el regidor montalbeño, la localidad "ha sufrido poca emigración gracias al ajo, ya que este cultivo ha ayudado a fijar a la gente al territorio, proveyéndoles un futuro propio". No en vano, esta hortícola genera unos 500.000 jornales "desde que se prepara el cultivo hasta que sale envasado del almacén, listo para ser vendido en el extranjero", detalló Miguel del Pino, quien hizo hincapié en que el sector del ajo requiere también de empresas auxiliares como transportistas o envasadoras que se ven beneficiadas directamente por su comercialización.
"Ha habido años en los que precisábamos mucha mano de obra extranjera pero, en esta campaña, ha sido mayoritariamente nacional", comentó el presidente de Aprocoa, quien reconoció que la elevada tasa de paro que registra la comarca, unido al hecho de que la del ajo no coincide con ninguna otra campaña agrícola en la provincia, "hacen que últimamente no se precisen contingentes extranjeros para la recolección".
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"Existe desazón en todo el sector a nivel nacional como consecuencia de los precios bajos que se están registrando en todas las regiones productoras de España", indicó Miguel del Pino, quien subrayó que "a priori se daban todas las condiciones para que fuera una campaña extraordinaria en cuanto a precios", dado que quedaban pocos excedentes del año anterior y, además, el ajo chino mantenía unos precios muy altos, algo que no suele ser habitual.
Sin embargo, de forma inesperada, el país asiático aplicó una disminución "brutal" de precios, pasando de los dos euros por kilo a sesenta céntimos. "Eso hizo que cundiera el pánico en España y que se empezaran a bajar aquí los precios hasta llegar a unos márgenes que casi reportan pérdidas", explicó el presidente de Aprocoa, para quien la devaluación del ajo en el mercado español "no tiene ninguna base lógica", pues el producto que entra desde China apenas satisface el siete por ciento de la demanda total de los consumidores europeos.
Sin embargo, esta agresiva política comercial paralizó las transacciones comerciales, sobre todo por el temor instaurado entre las grandes superficies. En ese sentido, los integrantes de la Mesa Nacional del Ajo han instado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a solicitar la intervención de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) ante la posibilidad de que ajo chino de contrabando pudiera estar penetrando en el mercado comunitario.
"Queremos que se extreme la vigilancia de la entrada fraudulenta de producto, fundamentalmente a través de los países del Este, donde las aduanas pueden ser un poco más permeables", comentó Miguel del Pino, quien reconoció que "la tentación de importar ajo chino de manera clandestina puede ser fuerte, teniendo en cuenta el precio tan bajo que mantiene".
Con todo, el sector se muestra confiado en un repunte de los precios a corto o medio plazo, auspiciado además por la "excelente calidad" de esta campaña, que se cerrará entre los 30 y los 35 millones de kilos de ajos recolectados en el área de influencia de Montalbán, un aforo muy similar al del pasado año. Y es que, aunque en esta ocasión se había cultivado un 5 por ciento más de superficie, las lluvias inundaron las plantaciones más próximas a los cauces fluviales, impidiendo ese incremento de la producción.
En cualquier caso, la campaña se ha concretado en las cerca de 3.000 hectáreas cultivadas en Córdoba y, también, en las provincias de Sevilla o Málaga, donde se siembran ajos por parte de agricultores montalbeños. "La mayor parte de la superficie en Montalbán está dedicada al ajo temprano", detalló Miguel del Pino, quien destacó que la provincia ha vuelto a ser la primera región de Europa en recolectar esta variedad, aunque de forma algo tardía, dado que la campaña se inició a finales de mayo.
Pilar de la economía local
El impacto del cultivo del ajo en la economía de la Campiña cordobesa está fuera de toda duda. Si el alcalde de Montalbán de Córdoba, Miguel Ruz, reconocía hace unos días que "el 90 por ciento de la economía montalbeña gira en torno al ajo", el presidente de Aprocoa situaba en torno a los 40 o 50 millones de euros el valor que reportará el ajo cosechado en la comarca durante la presente campaña.
Según el regidor montalbeño, la localidad "ha sufrido poca emigración gracias al ajo, ya que este cultivo ha ayudado a fijar a la gente al territorio, proveyéndoles un futuro propio". No en vano, esta hortícola genera unos 500.000 jornales "desde que se prepara el cultivo hasta que sale envasado del almacén, listo para ser vendido en el extranjero", detalló Miguel del Pino, quien hizo hincapié en que el sector del ajo requiere también de empresas auxiliares como transportistas o envasadoras que se ven beneficiadas directamente por su comercialización.
"Ha habido años en los que precisábamos mucha mano de obra extranjera pero, en esta campaña, ha sido mayoritariamente nacional", comentó el presidente de Aprocoa, quien reconoció que la elevada tasa de paro que registra la comarca, unido al hecho de que la del ajo no coincide con ninguna otra campaña agrícola en la provincia, "hacen que últimamente no se precisen contingentes extranjeros para la recolección".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
