La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja-Córdoba) ha vuelto a insistir hoy en la necesidad de implantar en la provincia un "plan de acción" para tratar de erradicar los robos en explotaciones agrícolas. Y lo ha hecho a través de un comunicado en el que ha denunciado la "inoperancia" de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
"No es de recibo que, desde primeros de agosto, haya robos diarios en la misma zona, el triángulo Córdoba-Almodóvar-Guadalcázar, además de otras zonas de la provincia y no se haya llevado a cabo ninguna actuación por parte de los responsables de la seguridad pública", recoge la nota remitida por Asaja-Córdoba, para recomendar a sus asociados "sistemas de seguridad privados" y sin descartar la creación de "patrullas" para "vigilar lo que queda ya en el campo".
"Las estadísticas que manejan los políticos para valorar si hay robos en el campo no son para nada reflejo de la realidad", señala la organización que preside Ignacio Fernández de Mesa. "El agricultor y el ganadero cada vez denuncia menos porque no percibe que denunciando consiga algo: existe una gran impunidad, de forma que apenas se capturan delincuentes y, cuando se hace, nunca se devuelve al agricultor nada de lo sustraído, ni se reparan los estragos que se le han causado", sostiene la organización agraria.
Para Asaja-Córdoba, "a los destrozos hay que sumar los gastos derivados de las elevadas primas crecientes de seguros que deben contratar y, en ocasiones, ante la reiteración de los robos, las compañías ponen en duda la viabilidad de algunas pólizas".
En ese sentido, la asociación profesional se pregunta qué ocurre con los "desguaces y puntos de compra de aceituna, que es adonde van todos los objetos y maquinaria sustraída", y añade que "si los robos suben y las denuncias bajan, hay un problema muy preocupante porque, de continuar esta situación, la vida en el campo tendrá un futuro muy incierto, y no pasará mucho tiempo para que los servicios de la Guardia Civil dejen de tener bienes que vigilar".
Por ello, Asaja-Córdoba ha presentado a la Comandancia Provincial de la Guardia Civil un plan de acción con propuestas "concretas y tangibles para tratar de remediar la situación". Así, además de promover reuniones periódicas por comarcas entre representantes de la organización agraria y los agentes de cada zona, al objeto de "anticiparse" a los puntos críticos de cada campaña, el programa de Asaja contempla un mayor control de movimientos de mercancías para comprobar la propiedad y el recinto de procedencia.
A su vez, para completar la información de la que disponen las patrullas de servicio, Asaja propone elaborar una guía aclaratoria de los principales cultivos y especies animales que soporta cada comarca, además de implantar un sistema identificativo, con un código personalizado que se les suministraría a agricultores y ganaderos, con el que podrían marcar su maquinaria tantas veces como quisieran, facilitando la labor de identificación posterior a los robos, lo que podría ser también una medida disuasoria para evitarlos.
"Las nuevas tecnologías pueden jugar un papel fundamental en la ayuda a la localización por la Guardia Civil de explotaciones agrícolas o instalaciones susceptibles de robo, facilitando su llegada en menor tiempo", sostiene Asaja, que propone crear una base de datos de instalaciones sensibles a robo, "llegando los avisos junto con la situación real de la instalación que ha sido o está siendo objeto de robo".
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"No es de recibo que, desde primeros de agosto, haya robos diarios en la misma zona, el triángulo Córdoba-Almodóvar-Guadalcázar, además de otras zonas de la provincia y no se haya llevado a cabo ninguna actuación por parte de los responsables de la seguridad pública", recoge la nota remitida por Asaja-Córdoba, para recomendar a sus asociados "sistemas de seguridad privados" y sin descartar la creación de "patrullas" para "vigilar lo que queda ya en el campo".
"Las estadísticas que manejan los políticos para valorar si hay robos en el campo no son para nada reflejo de la realidad", señala la organización que preside Ignacio Fernández de Mesa. "El agricultor y el ganadero cada vez denuncia menos porque no percibe que denunciando consiga algo: existe una gran impunidad, de forma que apenas se capturan delincuentes y, cuando se hace, nunca se devuelve al agricultor nada de lo sustraído, ni se reparan los estragos que se le han causado", sostiene la organización agraria.
Para Asaja-Córdoba, "a los destrozos hay que sumar los gastos derivados de las elevadas primas crecientes de seguros que deben contratar y, en ocasiones, ante la reiteración de los robos, las compañías ponen en duda la viabilidad de algunas pólizas".
En ese sentido, la asociación profesional se pregunta qué ocurre con los "desguaces y puntos de compra de aceituna, que es adonde van todos los objetos y maquinaria sustraída", y añade que "si los robos suben y las denuncias bajan, hay un problema muy preocupante porque, de continuar esta situación, la vida en el campo tendrá un futuro muy incierto, y no pasará mucho tiempo para que los servicios de la Guardia Civil dejen de tener bienes que vigilar".
Por ello, Asaja-Córdoba ha presentado a la Comandancia Provincial de la Guardia Civil un plan de acción con propuestas "concretas y tangibles para tratar de remediar la situación". Así, además de promover reuniones periódicas por comarcas entre representantes de la organización agraria y los agentes de cada zona, al objeto de "anticiparse" a los puntos críticos de cada campaña, el programa de Asaja contempla un mayor control de movimientos de mercancías para comprobar la propiedad y el recinto de procedencia.
A su vez, para completar la información de la que disponen las patrullas de servicio, Asaja propone elaborar una guía aclaratoria de los principales cultivos y especies animales que soporta cada comarca, además de implantar un sistema identificativo, con un código personalizado que se les suministraría a agricultores y ganaderos, con el que podrían marcar su maquinaria tantas veces como quisieran, facilitando la labor de identificación posterior a los robos, lo que podría ser también una medida disuasoria para evitarlos.
"Las nuevas tecnologías pueden jugar un papel fundamental en la ayuda a la localización por la Guardia Civil de explotaciones agrícolas o instalaciones susceptibles de robo, facilitando su llegada en menor tiempo", sostiene Asaja, que propone crear una base de datos de instalaciones sensibles a robo, "llegando los avisos junto con la situación real de la instalación que ha sido o está siendo objeto de robo".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN