El Cristo de Zacatecas de Montilla se convertirá el próximo mes de octubre en la primera pieza perteneciente al Obispado de Córdoba que forme parte de una exposición del Museo del Prado. Esta peculiar escultura, una pieza originaria de México que llegó a la ciudad en 1576 de la mano de Andrés de Mesa y que se ha convertido en uno de los mejores exponentes del barroco colonial, será parte del discurso expositivo de Tornaviaje, una exposición dedicada al arte que llegó desde América a España y, por extensión, a Europa durante la Edad Moderna.
Esta cesión temporal al Museo del Prado, la primera que se realiza por parte de Obispado de Córdoba, "pone de relieve la singularidad y riqueza" de una pieza que visualiza el enriquecimiento cultural que hubo entre ambos territorios. "Es un privilegio participar en una exposición de esta índole", ha reconocido la directora del Museo Diocesano de Córdoba, María José Muñoz.
El Cristo de Zacatecas, actualmente ubicado en la Parroquia de Santiago, está construido con una mezcla de fibras vegetales de caña de maíz y encolados, y cuenta con una altura de 210 centímetros. La imagen fue donada a la Cofradía de la Santa Vera Cruz por el montillano Andrés de Mesa en 1576 y en ese momento pasó a presidir el altar mayor de la desaparecida Ermita de la Vera Cruz, uno de los templos más antiguos de Montilla, ubicado en la cumbre de la hoy conocida como Cuesta del Silencio.
"En Córdoba estamos acostumbrados a disfrutar de este arte iberoamericano, pero son piezas extraordinariamente singulares porque existen muy pocas en España, y la mayoría están en nuestra provincia", ha apostillado Muñoz, quien ha trasladado un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía porque el tratamiento que el Museo del Prado dará a la pieza en su traslado y montaje será "exquisito". "Sin duda este será un capítulo más en la historia de esta imagen y que va a revalorizar esta pieza", ha destacado.
Por su parte, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas ha señalado "la gran importancia" que tiene la imagen del Cristo de Zacatecas y la Cofradía de la Vera Cruz –a la que perteneció el padre de San Francisco Solano, Mateo Sánchez– en la historia de Montilla.
"Tenemos que agradecer el compromiso de un grupo de montillanos y montillanas que en su día recuperaron una hermandad que era imprescindible y necesaria en nuestra ciudad", ha apuntado el edil, quien ha trasladado al Obispado la disposición del Ayuntamiento a colaborar "en cualquier actividad que ponga de relieve nuestro importante patrimonio cultural".
Asimismo, según indicó el edil, la presencia del Cristo de Zacatecas en Madrid coincidirá con otra iniciativa, en este caso del Instituto Cervantes, que pondrá en relieve la importancia cultural de Montilla. En concreto, la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque colaborará con una exposición dedicada a libros y autores iberoamericanas con un importante volumen de fondos bibliográficos, con especial relevancia de la figura del Inca Garcilaso.
"Este final de año, Montilla va a estar muy presente en la capital de España, y es necesario aprovecharlo para dar a conocer nuestra historia y patrimonio de la mano de dos exposiciones tan singulares como estos", ha subrayado Llamas.
A la espera de conocer cuándo tendrá lugar el traslado de la pieza, el hermano mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Miguel Navarro, ha mostrado su satisfacción por la elección del Cristo de Zacatecas como una de las obras protagonistas de la exposición Tornaviaje, que se desarrollará desde el 5 de octubre de 2021 hasta el 13 de febrero de 2022.
Esta cesión temporal al Museo del Prado, la primera que se realiza por parte de Obispado de Córdoba, "pone de relieve la singularidad y riqueza" de una pieza que visualiza el enriquecimiento cultural que hubo entre ambos territorios. "Es un privilegio participar en una exposición de esta índole", ha reconocido la directora del Museo Diocesano de Córdoba, María José Muñoz.
El Cristo de Zacatecas, actualmente ubicado en la Parroquia de Santiago, está construido con una mezcla de fibras vegetales de caña de maíz y encolados, y cuenta con una altura de 210 centímetros. La imagen fue donada a la Cofradía de la Santa Vera Cruz por el montillano Andrés de Mesa en 1576 y en ese momento pasó a presidir el altar mayor de la desaparecida Ermita de la Vera Cruz, uno de los templos más antiguos de Montilla, ubicado en la cumbre de la hoy conocida como Cuesta del Silencio.
"En Córdoba estamos acostumbrados a disfrutar de este arte iberoamericano, pero son piezas extraordinariamente singulares porque existen muy pocas en España, y la mayoría están en nuestra provincia", ha apostillado Muñoz, quien ha trasladado un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía porque el tratamiento que el Museo del Prado dará a la pieza en su traslado y montaje será "exquisito". "Sin duda este será un capítulo más en la historia de esta imagen y que va a revalorizar esta pieza", ha destacado.
Por su parte, el alcalde de Montilla, Rafael Llamas ha señalado "la gran importancia" que tiene la imagen del Cristo de Zacatecas y la Cofradía de la Vera Cruz –a la que perteneció el padre de San Francisco Solano, Mateo Sánchez– en la historia de Montilla.
"Tenemos que agradecer el compromiso de un grupo de montillanos y montillanas que en su día recuperaron una hermandad que era imprescindible y necesaria en nuestra ciudad", ha apuntado el edil, quien ha trasladado al Obispado la disposición del Ayuntamiento a colaborar "en cualquier actividad que ponga de relieve nuestro importante patrimonio cultural".
Asimismo, según indicó el edil, la presencia del Cristo de Zacatecas en Madrid coincidirá con otra iniciativa, en este caso del Instituto Cervantes, que pondrá en relieve la importancia cultural de Montilla. En concreto, la Fundación Biblioteca Manuel Ruiz Luque colaborará con una exposición dedicada a libros y autores iberoamericanas con un importante volumen de fondos bibliográficos, con especial relevancia de la figura del Inca Garcilaso.
"Este final de año, Montilla va a estar muy presente en la capital de España, y es necesario aprovecharlo para dar a conocer nuestra historia y patrimonio de la mano de dos exposiciones tan singulares como estos", ha subrayado Llamas.
A la espera de conocer cuándo tendrá lugar el traslado de la pieza, el hermano mayor de la Cofradía de la Vera Cruz, Miguel Navarro, ha mostrado su satisfacción por la elección del Cristo de Zacatecas como una de las obras protagonistas de la exposición Tornaviaje, que se desarrollará desde el 5 de octubre de 2021 hasta el 13 de febrero de 2022.
"Para la Cofradía es un orgullo que el Museo del Prado se haya fijado en nuestra imagen. Es una ocasión única para poner en valor este tipo de arte desde el punto de vista histórico, artístico y cultural, y también la labor de las cofradías, que siguen rindiendo culto a estas imágenes, a pesar del paso de los siglos", ha apuntado Navarro, quien ha agradecido el trabajo y gestiones realizadas por el Obispado y el consiliario de la hermandad, José Félix García.
Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España
Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España
El tornaviaje o viaje de regreso que da título a la exposición que desarrollará el Museo del Prado a partir del próximo mes de octubre pretende poner en valor las obras de arte que llegaron desde América a España y, por extensión, a Europa durante la Edad Moderna.
La finalidad de esta muestra es visibilizar, a través de aproximadamente un centenar de obras, este rico patrimonio que, proveniente del Nuevo Mundo, se conserva en instituciones culturales, espacios religiosos o colecciones particulares, principalmente en España. Estos objetos, llegados en distintos momentos de la historia, forman parte de nuestro patrimonio histórico y cultural, sin que, a veces, reconozcamos las razones de su presencia.
La muestra se organiza en cuatro grandes secciones. La primera de ellas, Geografía, Conquista y Sociedad, gira en torno al concepto de paisaje cultural, dándose cita en el mismo la geografía de América, la conquista y las gentes que habitaron estos territorios durante la Edad Moderna. De esta forma, en esta sección, conviven obras de carácter religioso, aportes cristianos que justificaban la conquista, con valores estéticos indudables, a las que se unen vistas de ciudades en las que la traza urbana y el mercado con los productos de la tierra configuraron un paisaje sin igual.
La segunda sección, El panteón americano. Devociones de ida y vuelta, reúne una exquisita selección de óleos, esculturas y dibujos que tienen como objetivo analizar las devociones religiosas, tanto americanas como peninsulares, así como sus intercambios e hibridaciones.
La tercera sección, Las travesías del arte, se centra en uno de los intercambios comerciales con valores artísticos más fecundos como serían los objetos de ajuar que cruzaron el Atlántico con destino a los lugares más variopintos. Mobiliario diverso para el viaje o para las salas de las residencias dialogan con una nutrida selección de objetos de ajuar, domésticos y religiosos. La cuarta y última sección, Impronta indiana, reunirá un corpus de obras que, pese a su disparidad, se interrelacionan al ser referentes y reflejos de la materialidad artística hispanoamericana a lo largo de la Edad Moderna.
El proyecto está comisariado por Rafael López Guzmán, Catedrático de Historia del Arte Iberoamericano en la Universidad de Granada, y cuenta con la colaboración de varios especialistas en cultura visual del periodo virreinal en América.
La finalidad de esta muestra es visibilizar, a través de aproximadamente un centenar de obras, este rico patrimonio que, proveniente del Nuevo Mundo, se conserva en instituciones culturales, espacios religiosos o colecciones particulares, principalmente en España. Estos objetos, llegados en distintos momentos de la historia, forman parte de nuestro patrimonio histórico y cultural, sin que, a veces, reconozcamos las razones de su presencia.
La muestra se organiza en cuatro grandes secciones. La primera de ellas, Geografía, Conquista y Sociedad, gira en torno al concepto de paisaje cultural, dándose cita en el mismo la geografía de América, la conquista y las gentes que habitaron estos territorios durante la Edad Moderna. De esta forma, en esta sección, conviven obras de carácter religioso, aportes cristianos que justificaban la conquista, con valores estéticos indudables, a las que se unen vistas de ciudades en las que la traza urbana y el mercado con los productos de la tierra configuraron un paisaje sin igual.
La segunda sección, El panteón americano. Devociones de ida y vuelta, reúne una exquisita selección de óleos, esculturas y dibujos que tienen como objetivo analizar las devociones religiosas, tanto americanas como peninsulares, así como sus intercambios e hibridaciones.
La tercera sección, Las travesías del arte, se centra en uno de los intercambios comerciales con valores artísticos más fecundos como serían los objetos de ajuar que cruzaron el Atlántico con destino a los lugares más variopintos. Mobiliario diverso para el viaje o para las salas de las residencias dialogan con una nutrida selección de objetos de ajuar, domésticos y religiosos. La cuarta y última sección, Impronta indiana, reunirá un corpus de obras que, pese a su disparidad, se interrelacionan al ser referentes y reflejos de la materialidad artística hispanoamericana a lo largo de la Edad Moderna.
El proyecto está comisariado por Rafael López Guzmán, Catedrático de Historia del Arte Iberoamericano en la Universidad de Granada, y cuenta con la colaboración de varios especialistas en cultura visual del periodo virreinal en América.
I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
PEPORTAJE FOTOGRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
PEPORTAJE FOTOGRÁFICO: JOSÉ ANTONIO AGUILAR
