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Una iniciativa pionera permite maridar en Santaella los vinos ecológicos de Robles con el patrimonio y el teatro

Santaella: enología ecológica, patrimonio y teatro. Ese es el nombre de la original iniciativa que ha puesto en marcha el Ayuntamiento de Santaella en colaboración con el Museo Histórico Municipal, el colectivo Teatrados, Viajes Turisán y Bodegas Robles, con el objetivo de “maridar” dos de los recursos turísticos más atractivos de la localidad: su viñedo ecológico de Villargallegos y las visitas teatralizadas a la Casa de las Columnas.





El programa, que celebró una primera experiencia piloto el pasado fin de semana con una treintena de participantes, arranca con una visita al atardecer al viñedo ecológico y a la pasera con la que Bodegas Robles cuenta en el paraje de Villargallegos, desde donde se disfruta de una privilegiada vista de Santaella.

El viñedo, que cuenta con una extensión de 24 hectáreas de la variedad Pedro Ximénez en espaldera, se caracteriza por la cubierta vegetal que tapiza toda la finca y que está formada por especies silvestres autóctonas. “Además de aportar nutrientes a la vid de forma natural, atrae a los insectos que controlan las plagas y ayuda a mejorar la fertilidad del suelo y a evitar su erosión”, explicó Francisco Robles, alma máter de la firma bodeguera.

El responsable de Robles es, precisamente, el encargado de explicar todo el ciclo vital del vino: desde la floración de las cepas en la finca de Villargallegos hasta la fermentación del mosto de uva gracias a las levaduras autóctonas que están presentes en la tierra del viñedo y que llegan a la bodega adheridas a la piel del fruto.

“Por eso el cuidado ecológico de nuestro viñedo es tan importante, ya que es un vivero de levaduras y el responsable último de que nuestros vinos consigan expresar su identidad, ya que se trata de vinos que pertenecen a su tierra”, recalcó Francisco Robles, continuador de una saga que se inició en 1927 y que, en la actualidad, se ha convertido en un referente internacional en la elaboración de vinos ecológicos.





El programa Santaella: enología ecológica, patrimonio y teatro continúa con una visita guiada a la Casa de las Columnas, a cargo de la compañía Teatrados, y en la que, de la mano de personajes íberos, romanos y de algún célebre bandolero, se puede conocer con detalle esta notable casa señorial del siglo XVIII que fue adquirida por el Ayuntamiento de Santaella en 1940 y que acoge desde hace varios años el Museo Histórico Municipal.

La actividad concluye en el patio del museo con una cata dirigida de cuatro vinos ecológicos de Bodegas Robles –Piedra Luenga Verdejo, Piedra Luenga Fino, Caprichoso y Piedra Luenga Pedro Ximénez– y con un brindis final con VRMT Robles, el vermut de Robles macerado con el tiempo.

El alcalde de Santaella, José Álvarez, valoró "muy positivamente" la "experiencia piloto" del programa y recordó que, desde el año 2015, "el equipo de gobierno viene trabajando por dar a conocer Santaella en el ámbito turístico y, especialmente, por su patrimonio histórico, arquitectónico y enológico". En ese sentido, el primer edil se mostró convencido de que este nuevo programa de visitas teatralizadas maridadas con los vinos ecológicos de Robles constituye “un aliciente más para acercarse hasta Santaella”.

Un enclave cultural de gran importancia

Los fondos del museo histórico municipal de Santaella se articulan en dos secciones, una de Arqueología y otra de Etnología. La primera muestra en sus salas vestigios materiales que, remontándose desde el paleolítico, llegan hasta la época hispano-musulmana. En este apartado destaca la llamada Leona de Santaella, la pieza más emblemática del museo y perteneciente al período prerromano.





Además, se exponen en las vitrinas de esta parte de la colección piezas del calcolítico procedentes de la necrópolis de El Pósito, así como de la cámara funeraria de La Calva y del yacimiento de La Mitra. De etapas más recientes, destacan cerámicas, ladrillos y adornos hispano-visigodos o dedales de metal de época hispano-musulmana.

En el espacio dedicado a la colección etnográfica, se recoge una muestra de útiles pertenecientes al pasado más reciente del municipio y que quiere ser un reflejo y también un homenaje al trabajo de un pueblo eminentemente agrícola. Así, se encuentran expuestos numerosos ejemplos de instrumentos empleados en las labores del campo –arados, hoces y cribas–.

En este espacio también reposan otros útiles relacionados a la arqueología industrial como la rueda motriz de un molino de agua. Este espacio se completa con amplia documentación fotográfica y lo cierra una pequeña muestra de máquinas de coser empleadas en las labores domésticas y artesanales.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
REPORTAJE GRÁFICO: J.P. BELLIDO