Llevamos toda una generación entera con la misma promesa: ¡estamos a punto de lanzar el título definitivo del manganime Dragon Ball!. Luego sale el juego en cuestión y se convierte en poco menos que un fraude, una ilusión. Desde que saliera Dragon Ball: Budokai Tenkaichi 3 para PlayStation 2 y Wii, el mundo del videojuego no ha recibido nada que merezca ser recordado de las aventuras de Son Goku y compañía.
Ahora, el equipo de desarrollo de anteriores trabajos de la obra de Akira Toriyama, Dimps, se ha vuelto a poner manos a la obra para asegurar una adaptación fidedigna y con calidad suficiente como para hacer creer a los jugadores que merece la pena.
¿Lo conseguirán? No se sabe, ya que quedan varios meses para ello, pero todo apunta a que, como poco, la promesa se quedará a medias. Vamos a ver qué puede ofrecer el llamado Dragon Ball Xenoverse.
Un punto a favor considerable es que volveremos a vivir todo el arco argumental de Dragon Ball Z desde un punto de vista distinto. A causa de dos villanos, el espacio-tiempo se ve alterado y los sucesos de las sagas que todos conocemos cambian por completo.
Por ejemplo, cuando Piccolo dispara su Haz de Luz hacia Raditz, este logra escaparse de Goku y es él quien lo recibe por completo. Para evitar este desastre, un avatar que creemos previamente será el encargado de viajar al pasado –por encargo del Trunks del futuro– para poner fin a esta calamidad.
Hay que el Ki a cada uno cuando lo tiene: el editor de personajes es muy completo. Se puede escoger entre varias razas –humanos, saiyans, namekianos, etc– los rasgos faciales, corporales, las ropas…
Un punto positivo a considerar es el marcado carácter online del que hará gala. Aparte de las misiones que podamos hacer individualmente, a través de Internet podremos hacer encargos de modo cooperativo con otros jugadores, batallas uno contra uno e incluso luchas entre equipos.
Todo esto será posible gracias a Tokitoki City, el lugar de reunión donde se encuentran los usuarios dispuestos a los enfrentamientos, así como las tiendas en las que podremos comprar accesorios y habilidades para nuestro personaje.
El avatar que creemos será como un lienzo en blanco. Además de su apariencia, tendremos que dotarle de status varios como la defensa, ataque o energía vital, así como de los ataques y combos que queramos. A cambio de unos cuantos zenis –el dinero de este universo- podremos adquirir golpes tan famosos como el Disco Destructor de Krilín o los Fantasmas Explosivos de Gotenks.
Todo lo citado hace pensar que Dragon Ball Xenoverse será, si no el juego definitivo, uno que esté a la altura de las expectativas. A lo cual os aconsejamos cautela.
En primer lugar, hablamos de un título intergeneracional. Esto implica que saldrá para las potentes PS4, Xbox One y PC, pero también que saldrán en las anteriores PS3 y Xbox 360. ¿Qué implica esto? Que la calidad gráfica se ha visto capada a las exigencias del motor de la antigua generación.
Esto hace que el cel shading –apariencia de dibujo animado– sea creíble, pero no pase mucho más allá de eso. En ningún momento destaca por parecer que corra en una plataforma de última generación.
Esto sin contar con los brillos. No sabemos qué tipo de magia negra o maleficio induce a los desarrolladores a darle tanto efecto de luz a los saiyans desde que tocaran el suelo de PS3, pero el hecho se ha vuelto una costumbre. Ahora los “superguerreros” parecen que están maquillados todo el rato.
El fallo más acuciante, quizás, sea la jugabilidad. Por supuesto hablamos de algo que se encuentra en periodo de elaboración y de lo cual hemos visto apenas una demo de un día. Pero lo presenciado hasta el momento no termina de encajar.
Accesible, quizás demasiado, con unos comandos presentes en pantalla, a la hora de ponernos a los mandos los personajes ejecutan grandes ataques con mucha facilidad. Un movimiento buscado, dicho por la propia compañía Dimps, para asemejarse más aún al anime y ofrecer un mayor espectáculo. Otra cosa es la cámara, que trae algunos quebraderos de cabeza con movimientos extraños.
Dragon Ball Xenoverse tiene grandes bondades que traerán consigo bastante frescura a una historia manida, conocida y más que repetida. El online se presenta como una llave hacia un abanico de oportunidades multijugador y el editor promete muchos aspectos diferentes y divertidos.
Les queda pendiente la jugabilidad, que no sabemos si sufrirá alguna modificación antes de que llegue el 13 de febrero. Igual le acaban dando más amor y cambian algo. Por aquello de San Valentín.
Mientras tantos, alcemos las manos para darles nuestra energía vital. A ver si, con este espíritu, finalmente conseguimos un juego redondo. Tanto como una Genkidama.
Ahora, el equipo de desarrollo de anteriores trabajos de la obra de Akira Toriyama, Dimps, se ha vuelto a poner manos a la obra para asegurar una adaptación fidedigna y con calidad suficiente como para hacer creer a los jugadores que merece la pena.
¿Lo conseguirán? No se sabe, ya que quedan varios meses para ello, pero todo apunta a que, como poco, la promesa se quedará a medias. Vamos a ver qué puede ofrecer el llamado Dragon Ball Xenoverse.
Un punto a favor considerable es que volveremos a vivir todo el arco argumental de Dragon Ball Z desde un punto de vista distinto. A causa de dos villanos, el espacio-tiempo se ve alterado y los sucesos de las sagas que todos conocemos cambian por completo.
Por ejemplo, cuando Piccolo dispara su Haz de Luz hacia Raditz, este logra escaparse de Goku y es él quien lo recibe por completo. Para evitar este desastre, un avatar que creemos previamente será el encargado de viajar al pasado –por encargo del Trunks del futuro– para poner fin a esta calamidad.
Hay que el Ki a cada uno cuando lo tiene: el editor de personajes es muy completo. Se puede escoger entre varias razas –humanos, saiyans, namekianos, etc– los rasgos faciales, corporales, las ropas…
Un punto positivo a considerar es el marcado carácter online del que hará gala. Aparte de las misiones que podamos hacer individualmente, a través de Internet podremos hacer encargos de modo cooperativo con otros jugadores, batallas uno contra uno e incluso luchas entre equipos.
Todo esto será posible gracias a Tokitoki City, el lugar de reunión donde se encuentran los usuarios dispuestos a los enfrentamientos, así como las tiendas en las que podremos comprar accesorios y habilidades para nuestro personaje.
El avatar que creemos será como un lienzo en blanco. Además de su apariencia, tendremos que dotarle de status varios como la defensa, ataque o energía vital, así como de los ataques y combos que queramos. A cambio de unos cuantos zenis –el dinero de este universo- podremos adquirir golpes tan famosos como el Disco Destructor de Krilín o los Fantasmas Explosivos de Gotenks.
Todo lo citado hace pensar que Dragon Ball Xenoverse será, si no el juego definitivo, uno que esté a la altura de las expectativas. A lo cual os aconsejamos cautela.
En primer lugar, hablamos de un título intergeneracional. Esto implica que saldrá para las potentes PS4, Xbox One y PC, pero también que saldrán en las anteriores PS3 y Xbox 360. ¿Qué implica esto? Que la calidad gráfica se ha visto capada a las exigencias del motor de la antigua generación.
Esto hace que el cel shading –apariencia de dibujo animado– sea creíble, pero no pase mucho más allá de eso. En ningún momento destaca por parecer que corra en una plataforma de última generación.
Esto sin contar con los brillos. No sabemos qué tipo de magia negra o maleficio induce a los desarrolladores a darle tanto efecto de luz a los saiyans desde que tocaran el suelo de PS3, pero el hecho se ha vuelto una costumbre. Ahora los “superguerreros” parecen que están maquillados todo el rato.
El fallo más acuciante, quizás, sea la jugabilidad. Por supuesto hablamos de algo que se encuentra en periodo de elaboración y de lo cual hemos visto apenas una demo de un día. Pero lo presenciado hasta el momento no termina de encajar.
Accesible, quizás demasiado, con unos comandos presentes en pantalla, a la hora de ponernos a los mandos los personajes ejecutan grandes ataques con mucha facilidad. Un movimiento buscado, dicho por la propia compañía Dimps, para asemejarse más aún al anime y ofrecer un mayor espectáculo. Otra cosa es la cámara, que trae algunos quebraderos de cabeza con movimientos extraños.
Dragon Ball Xenoverse tiene grandes bondades que traerán consigo bastante frescura a una historia manida, conocida y más que repetida. El online se presenta como una llave hacia un abanico de oportunidades multijugador y el editor promete muchos aspectos diferentes y divertidos.
Les queda pendiente la jugabilidad, que no sabemos si sufrirá alguna modificación antes de que llegue el 13 de febrero. Igual le acaban dando más amor y cambian algo. Por aquello de San Valentín.
Mientras tantos, alcemos las manos para darles nuestra energía vital. A ver si, con este espíritu, finalmente conseguimos un juego redondo. Tanto como una Genkidama.
SALVADOR BELIZÓN