La vendimia se generalizará en el marco Montilla-Moriles a partir de la semana próxima. Así lo adelantó el presidente de la cooperativa La Aurora, Juan Rafael Portero, quien aseguró que las muestras que se vienen tomando en las últimas semanas en los viñedos de la Denominación de Origen Protegida (DOP) apuntan a que la recolección de la uva Pedro Ximénez, la variedad autóctona de la zona, comenzará a partir del próximo lunes.
"Aunque a la uva todavía le quedan unos días para alcanzar su graduación óptima, que se sitúa en torno a los 13,7 grados Baumé, su maduración está siendo perfecta para conseguir esos vinos idóneos para las soleras de la Denominación de Origen Montilla-Moriles", indicó Juan Rafael Portero, quien preside una de las principales entidades productoras de vinos en la zona, con más de 1.100 socios, de los que 875 aportan su cosecha a la cooperativa.
Las previsiones del presidente de La Aurora coinciden con las adelantadas hace varias semanas por el Consejo Regulador, que apuntó a un "aumento considerable" de la cosecha, de alrededor de 60 millones de kilos de uva, lo que representaría un 50 por ciento más que la campaña anterior.
"Los parámetros necesarios para tener una gran cosecha se han dado este año; lo único que deseamos es que el tiempo nos acompañe durante la vendimia y no llueva", señaló Juan Rafael Portero, quien se mostró convencido de que el marco Montilla-Moriles vivirá este año "una vendimia óptima en cantidad y en calidad".
"Se está empezando a recuperar la ilusión por el viñedo", afirmó el presidente de La Aurora, para quien "los planes de reestructuración y reconversión están favoreciendo la recuperación de este cultivo en nuestra Denominación de Origen". En ese sentido, el máximo responsable de la cooperativa montillana abogó por "seguir apostando por el viñedo" dado que, a su juicio, "puede ayudar a muchas familias a salir de la situación económica actual y a forjar las bases para consolidar un futuro esperanzador para toda la comarca".
Mientras que en la década de los ochenta, la comarca contaba con unas 23.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, en la actualidad existen unas 5.300 hectáreas de viñedo amparado por la DOP. Con algo más de 2.200 viticultores y cerca de 80 bodegas, cooperativas y lagares, el sector del vino sostiene todavía un entramado socioeconómico fundamental para la Campiña cordobesa.
"Durante los años noventa pasamos una época muy complicada, con un arranque de cepas masivo que nos hizo perder gran parte de nuestro patrimonio vitivinícola", recordó Juan Rafael Portero, quien no obstante subrayó que gracias a los planes de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, a través de los fondos comunitarios, "se ha vuelto a recuperar la ilusión en el sector".
Y es que las ayudas procedentes de la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga) han permitido plantar en los últimos años más de 3.000 hectáreas con nuevas cepas: 900 de variedades tintas y unas 2.200 hectáreas de Pedro Ximénez. "Podría decirse que la zona Montilla-Moriles ha vuelto a resurgir, ya que se han aumentado un poco las cosechas y muchos viñedos se han podido mecanizar, con lo que los costes de producción se han reducido y el viñedo empieza a ser rentable", aseveró el presidente de La Aurora.
Nuevas ayudas al sector del vino
Juan Rafael Portero mostró igualmente su satisfacción por la continuidad de las ayudas al sector del vino de la mano del nuevo Real Decreto que regula la aplicación de las medidas del programa de apoyo entre 2014 y 2018 y que, a su juicio, pueden ser las últimas que apruebe la Unión Europea antes de la liberalización definitiva del cultivo. "Es el momento de aprovechar esta inyección económica para modernizar aquellos viñedos que estén llegando al final de su ciclo productivo o, incluso, para sustituir olivares poco rentables por nuevas cepas", apuntó.
Para el presidente de La Aurora, "si en estos próximos años se consiguen plantar otras 2.000 hectáreas, contaríamos con unas 5.000 de viñedo nuevo más las que ya tenemos de tradicional, lo que garantizaría el futuro de la viticultura en la Denominación de Origen Montilla-Moriles".
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"Aunque a la uva todavía le quedan unos días para alcanzar su graduación óptima, que se sitúa en torno a los 13,7 grados Baumé, su maduración está siendo perfecta para conseguir esos vinos idóneos para las soleras de la Denominación de Origen Montilla-Moriles", indicó Juan Rafael Portero, quien preside una de las principales entidades productoras de vinos en la zona, con más de 1.100 socios, de los que 875 aportan su cosecha a la cooperativa.
Las previsiones del presidente de La Aurora coinciden con las adelantadas hace varias semanas por el Consejo Regulador, que apuntó a un "aumento considerable" de la cosecha, de alrededor de 60 millones de kilos de uva, lo que representaría un 50 por ciento más que la campaña anterior.
"Los parámetros necesarios para tener una gran cosecha se han dado este año; lo único que deseamos es que el tiempo nos acompañe durante la vendimia y no llueva", señaló Juan Rafael Portero, quien se mostró convencido de que el marco Montilla-Moriles vivirá este año "una vendimia óptima en cantidad y en calidad".
"Se está empezando a recuperar la ilusión por el viñedo", afirmó el presidente de La Aurora, para quien "los planes de reestructuración y reconversión están favoreciendo la recuperación de este cultivo en nuestra Denominación de Origen". En ese sentido, el máximo responsable de la cooperativa montillana abogó por "seguir apostando por el viñedo" dado que, a su juicio, "puede ayudar a muchas familias a salir de la situación económica actual y a forjar las bases para consolidar un futuro esperanzador para toda la comarca".
Mientras que en la década de los ochenta, la comarca contaba con unas 23.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, en la actualidad existen unas 5.300 hectáreas de viñedo amparado por la DOP. Con algo más de 2.200 viticultores y cerca de 80 bodegas, cooperativas y lagares, el sector del vino sostiene todavía un entramado socioeconómico fundamental para la Campiña cordobesa.
"Durante los años noventa pasamos una época muy complicada, con un arranque de cepas masivo que nos hizo perder gran parte de nuestro patrimonio vitivinícola", recordó Juan Rafael Portero, quien no obstante subrayó que gracias a los planes de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, a través de los fondos comunitarios, "se ha vuelto a recuperar la ilusión en el sector".
Y es que las ayudas procedentes de la Unión Europea a través del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga) han permitido plantar en los últimos años más de 3.000 hectáreas con nuevas cepas: 900 de variedades tintas y unas 2.200 hectáreas de Pedro Ximénez. "Podría decirse que la zona Montilla-Moriles ha vuelto a resurgir, ya que se han aumentado un poco las cosechas y muchos viñedos se han podido mecanizar, con lo que los costes de producción se han reducido y el viñedo empieza a ser rentable", aseveró el presidente de La Aurora.
Nuevas ayudas al sector del vino
Juan Rafael Portero mostró igualmente su satisfacción por la continuidad de las ayudas al sector del vino de la mano del nuevo Real Decreto que regula la aplicación de las medidas del programa de apoyo entre 2014 y 2018 y que, a su juicio, pueden ser las últimas que apruebe la Unión Europea antes de la liberalización definitiva del cultivo. "Es el momento de aprovechar esta inyección económica para modernizar aquellos viñedos que estén llegando al final de su ciclo productivo o, incluso, para sustituir olivares poco rentables por nuevas cepas", apuntó.
Para el presidente de La Aurora, "si en estos próximos años se consiguen plantar otras 2.000 hectáreas, contaríamos con unas 5.000 de viñedo nuevo más las que ya tenemos de tradicional, lo que garantizaría el futuro de la viticultura en la Denominación de Origen Montilla-Moriles".
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN