La Fundación Social Universal (FSU), una organización surgida en Montilla en el año 1993 como respuesta a las alarmantes condiciones de pobreza constatadas en muchas regiones del mundo, contará con la colaboración de la Diputación de Córdoba para la Escuela de Gobernabilidad que viene impulsando en la región peruana de Cusco.
El programa pilotado por la FSU pretende desarrollar capacidades e instrumentos para la gestión de políticas locales de promoción del desarrollo económico territorial, en un contexto donde los gobiernos locales van comprendiendo que su función no solamente tiene que ver con la ejecución de obras y prestación de algunos servicios, sino también con la promoción de la actividad económica local que permita generar riqueza, empleo y, por tanto, la calidad de vida de la población.
La colaboración de la Diputación de Córdoba se enmarca en la línea de ayudas de la Delegación de Cooperación al Desarrollo para oenegés, asociaciones y ayuntamientos de la provincia, unas subvenciones cuya cuantía total asciende a 740.000 euros y que se materializarán en 67 proyectos solidarios para paliar el hambre y la desnutrición, luchar contra la pobreza, favorecer el desarrollo rural o ayudar a sectores de población más necesitados –como niños, refugiados o mujeres–.
La distribución de estas ayudas fue presentada por la responsable de Cooperación al Desarrollo en la Diputación de Córdoba, Pilar Gracia, quien hizo hincapié en que “el compromiso de la institución con la cooperación al desarrollo está consolidado”, y reiteró “el valor humano de esta convocatoria, con 410.000 personas en todo el mundo que van a ser beneficiarias, y la altísima calidad de los proyectos presentados”.
Gracia explicó que la modalidad dirigida a organizaciones no gubernamentales está dotada con 460.000 euros para financiar un total de 20 proyectos, de las 46 solicitudes presentadas. En este sentido, la diputada provincial valoró que “catorce de ellos se centran en desarrollo rural, trabajando en zonas rurales en temas de seguridad alimentaria, capacitación agrícola y ganadera y lucha contra la pobreza”. Además, prosiguió, “está presente el trabajo con la mujer y otros proyectos se centran en formación y educación o en temas sanitarios”.
En cuanto a la distribución geográfica, la responsable de Cooperación destacó la preponderancia de la zona andina (Bolivia, Perú y Ecuador) con un total de nueve iniciaticas, siete en África Subsahariana, tres en Guatemala y una en los campamentos saharauis.
Como ejemplo de las actividades subvencionadas, y que se verán culminadas gracias a las ayudas de la Delegación de Cooperación, Pilar Gracia destacó una clínica para el seguimiento de mujeres embarazadas en Cusco (Perú), impulsado por PROMI; un taller de elaboración de prótesis para víctimas de minas antipersona en los campamentos saharauis, al frente del cual está ACANSA; y al programa de la oenegé montillana Fundación Social Universal en la Escuela de Gobernabilidad de Cusco (Perú).
Dentro de la modalidad de Ayuda Humanitaria para atender necesidades básicas en situaciones de emergencia, dotada con 100.000 euros, Gracia indicó que “obtienen subvención 14 proyectos como Vacaciones en Paz y Caravana por la Paz, programas de atención a refugiados en Gaza y Palestina y atención a crisis alimentarias y de salud en países africanos”.
Finalmente, dentro de las ayudas a programas de cooperación impulsados por ayuntamientos de la provincia, se han aprobado 32 iniciaticas con una cuantía total de 125.000 euros. En este sentido, la diputada provincial recalcó que “es reseñable la presentación de proyectos conjuntos entre varios ayuntamientos, permitiendo un trabajo con alto impacto”.
Así, se refirió a los proyectos de Bolivia, a la creación de microempresas en Camerún –presentado por diez ayuntamientos del Guadiato–, para mujeres agrícolas también en Camerún –impulsado por los ayuntamientos de Montalbán, Hornachuelos y Guadalcázar– o para rehabilitar una escuela deportiva del Sahara –presentada por Villafranca, Espejo, Cabra y Espiel–. Además de estos proyectos colectivos, se añaden iniciativas individuales en zonas de Colombia, Guatemala, India, Perú, Etiopía, Filipinas, Malí, Bolivia y Cabo Verde.

El programa pilotado por la FSU pretende desarrollar capacidades e instrumentos para la gestión de políticas locales de promoción del desarrollo económico territorial, en un contexto donde los gobiernos locales van comprendiendo que su función no solamente tiene que ver con la ejecución de obras y prestación de algunos servicios, sino también con la promoción de la actividad económica local que permita generar riqueza, empleo y, por tanto, la calidad de vida de la población.
La colaboración de la Diputación de Córdoba se enmarca en la línea de ayudas de la Delegación de Cooperación al Desarrollo para oenegés, asociaciones y ayuntamientos de la provincia, unas subvenciones cuya cuantía total asciende a 740.000 euros y que se materializarán en 67 proyectos solidarios para paliar el hambre y la desnutrición, luchar contra la pobreza, favorecer el desarrollo rural o ayudar a sectores de población más necesitados –como niños, refugiados o mujeres–.
La distribución de estas ayudas fue presentada por la responsable de Cooperación al Desarrollo en la Diputación de Córdoba, Pilar Gracia, quien hizo hincapié en que “el compromiso de la institución con la cooperación al desarrollo está consolidado”, y reiteró “el valor humano de esta convocatoria, con 410.000 personas en todo el mundo que van a ser beneficiarias, y la altísima calidad de los proyectos presentados”.
Gracia explicó que la modalidad dirigida a organizaciones no gubernamentales está dotada con 460.000 euros para financiar un total de 20 proyectos, de las 46 solicitudes presentadas. En este sentido, la diputada provincial valoró que “catorce de ellos se centran en desarrollo rural, trabajando en zonas rurales en temas de seguridad alimentaria, capacitación agrícola y ganadera y lucha contra la pobreza”. Además, prosiguió, “está presente el trabajo con la mujer y otros proyectos se centran en formación y educación o en temas sanitarios”.
En cuanto a la distribución geográfica, la responsable de Cooperación destacó la preponderancia de la zona andina (Bolivia, Perú y Ecuador) con un total de nueve iniciaticas, siete en África Subsahariana, tres en Guatemala y una en los campamentos saharauis.
Como ejemplo de las actividades subvencionadas, y que se verán culminadas gracias a las ayudas de la Delegación de Cooperación, Pilar Gracia destacó una clínica para el seguimiento de mujeres embarazadas en Cusco (Perú), impulsado por PROMI; un taller de elaboración de prótesis para víctimas de minas antipersona en los campamentos saharauis, al frente del cual está ACANSA; y al programa de la oenegé montillana Fundación Social Universal en la Escuela de Gobernabilidad de Cusco (Perú).
Dentro de la modalidad de Ayuda Humanitaria para atender necesidades básicas en situaciones de emergencia, dotada con 100.000 euros, Gracia indicó que “obtienen subvención 14 proyectos como Vacaciones en Paz y Caravana por la Paz, programas de atención a refugiados en Gaza y Palestina y atención a crisis alimentarias y de salud en países africanos”.
Finalmente, dentro de las ayudas a programas de cooperación impulsados por ayuntamientos de la provincia, se han aprobado 32 iniciaticas con una cuantía total de 125.000 euros. En este sentido, la diputada provincial recalcó que “es reseñable la presentación de proyectos conjuntos entre varios ayuntamientos, permitiendo un trabajo con alto impacto”.
Así, se refirió a los proyectos de Bolivia, a la creación de microempresas en Camerún –presentado por diez ayuntamientos del Guadiato–, para mujeres agrícolas también en Camerún –impulsado por los ayuntamientos de Montalbán, Hornachuelos y Guadalcázar– o para rehabilitar una escuela deportiva del Sahara –presentada por Villafranca, Espejo, Cabra y Espiel–. Además de estos proyectos colectivos, se añaden iniciativas individuales en zonas de Colombia, Guatemala, India, Perú, Etiopía, Filipinas, Malí, Bolivia y Cabo Verde.
REDACCIÓN / CAMPIÑA DIGITAL