La delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Isabel Baena, junto a la coordinadora provincial del Instituto Andaluz de la Mujer, Mercedes Bermúdez, han presentado el libro El trabajo de cuidados de mujeres y hombres en Andalucía. Medición y valoración, escrito por Lina Gálvez, catedrática de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
Esta publicación da a conocer los resultados de un estudio realizado por el Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de esta universidad con el objetivo de analizar el valor económico del trabajo de cuidados que mujeres y hombres realizan para el sostenimiento de sus hogares.
Entre las cuestiones que plantea el libro llama especialmente la atención que la ciudadanía no haya sabido darle valor a lo doméstico, de ahí que nunca se haya puesto cifras a un trabajo tradicional y erróneamente adjudicado a la naturaleza femenina.
La autora del libro ha apuntado que "es hora de que le pongamos números a este trabajo, ya que, mientras no se haga, no se le dará a esta tarea la importancia necesaria, y se seguirá adjudicándola al rol femenino, con la consecuente desigualdad de género, ya que la mujer seguirá tendiendo a tener doble carga de trabajo y a renunciar a su crecimiento profesional en pro de la familia, como ocurre en la actualidad".
Este trabajo ha sido realizado a partir de una encuesta de elaboración propia, la EPA, la Encuesta del Empleo del Tiempo y, para el cálculo del valor monetario, la Clasificación Nacional de Actividades Económicas.
Como principal conclusión, el estudio desvela que cada hombre andaluz realiza anualmente un trabajo de cuidados de forma gratuita de 18.822 euros, y cada mujer de 30.237 euros (según salario medio del sector en la Clasificación Nacional de Ocupaciones). Estas cifras "demuestran la importancia y el peso, ya no sentimental sino económico, del trabajo doméstico (cuidado de hijos y labores de la casa) no remunerado", según la autora.
Entre otros datos de interés, también da a conocer que las mujeres dedican al cuidado del hogar dos horas y media al día más que el hombre (4 horas y media las mujeres frente a las 2 horas y 5 minutos de los hombres).
Si tenemos en cuenta la jornada laboral remunerada y no remunerada, la jornada de trabajo total de una andaluza ocupada a tiempo completo es de 11 horas y 11 minutos, dos horas más que la jornada total de los hombres ocupados. Además, el porcentaje de hombres que participan en tareas del hogar es del 78,4 por ciento por ciento frente al 94,5 por ciento de mujeres.
El análisis por edad resulta más optimista, ya que el tramo de edad más joven (16 a 24 años) es donde se registran menos diferencia, tanto en el nivel de participación (93,1 por ciento mujeres y 84,76 por ciento hombres) como en el tiempo dedicado (las mujeres dedican 1,28 horas más).
Además, las mujeres tienen su época de máxima dedicación entre los 40 y 50 años (con más de 5 horas diarias), coincidiendo con la etapa clave en la carrera profesional. Otro dato interesante es la variable del nivel educativo: a medida que aumenta la formación, las diferencias en cuanto a participación disminu-yen.
Los hombres que viven en pareja disminuyen la participación en actividades respecto a los solteros. Por el contrario, en las mujeres, el gran incremento en cuanto a dedicación se produce por el hecho de vivir en pareja (no por cuidar a dependientes).
Así, cuando las mujeres pasan de vivir solas a vivir en pareja sin hijos ni mayores dependientes aumenta el tiempo de trabajo de cuidados en 1 hora 8 minutos, un incremento mucho mayor que cuando a su convivencia en pareja se suma un menor.
Cuando las mujeres tienen un trabajo remunerado, no se reduce el porcentaje de participación, pero sí el tiempo dedicado (aunque sólo en una hora respecto a las inactivas). En cambio, en los hombres sí se reduce la participación (en 13 puntos porcentuales).
Por tipo de ocupación, el grupo de profesionales científicos e intelectuales es donde existe menos diferencia tanto en participación como en tiempo de dedicación, frente al sector agrícola, ganadero y pesquero, donde más brecha hay (cien por cien de mujeres dedicadas frente al 43 por ciento de hombres, y con una diferencia de tiempo de 5,46 horas)
Las mayores diferencias de género en tiempo dedicado al trabajo de cuidados se encuentra en el cuidado directo de menores, al que las mujeres dedican diariamente 7 horas y 54 minutos, frente a las 4 horas y 23 minutos de los hombres.
Desde el IAM, se trabaja a diario para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, para luchar contra la discriminación de género y fomentar la presencia femenina en el ámbito público (laboral, económico, político) y la masculina en el ámbito privado (la familia). La mujer ha avanzado en el ámbito externo (a nivel profesional), pero este progreso no se ha visto acompañado al mismo ritmo de la introducción del hombre en el ámbito doméstico.

Esta publicación da a conocer los resultados de un estudio realizado por el Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de esta universidad con el objetivo de analizar el valor económico del trabajo de cuidados que mujeres y hombres realizan para el sostenimiento de sus hogares.
Entre las cuestiones que plantea el libro llama especialmente la atención que la ciudadanía no haya sabido darle valor a lo doméstico, de ahí que nunca se haya puesto cifras a un trabajo tradicional y erróneamente adjudicado a la naturaleza femenina.
La autora del libro ha apuntado que "es hora de que le pongamos números a este trabajo, ya que, mientras no se haga, no se le dará a esta tarea la importancia necesaria, y se seguirá adjudicándola al rol femenino, con la consecuente desigualdad de género, ya que la mujer seguirá tendiendo a tener doble carga de trabajo y a renunciar a su crecimiento profesional en pro de la familia, como ocurre en la actualidad".
Este trabajo ha sido realizado a partir de una encuesta de elaboración propia, la EPA, la Encuesta del Empleo del Tiempo y, para el cálculo del valor monetario, la Clasificación Nacional de Actividades Económicas.
Como principal conclusión, el estudio desvela que cada hombre andaluz realiza anualmente un trabajo de cuidados de forma gratuita de 18.822 euros, y cada mujer de 30.237 euros (según salario medio del sector en la Clasificación Nacional de Ocupaciones). Estas cifras "demuestran la importancia y el peso, ya no sentimental sino económico, del trabajo doméstico (cuidado de hijos y labores de la casa) no remunerado", según la autora.
Entre otros datos de interés, también da a conocer que las mujeres dedican al cuidado del hogar dos horas y media al día más que el hombre (4 horas y media las mujeres frente a las 2 horas y 5 minutos de los hombres).
Si tenemos en cuenta la jornada laboral remunerada y no remunerada, la jornada de trabajo total de una andaluza ocupada a tiempo completo es de 11 horas y 11 minutos, dos horas más que la jornada total de los hombres ocupados. Además, el porcentaje de hombres que participan en tareas del hogar es del 78,4 por ciento por ciento frente al 94,5 por ciento de mujeres.
El análisis por edad resulta más optimista, ya que el tramo de edad más joven (16 a 24 años) es donde se registran menos diferencia, tanto en el nivel de participación (93,1 por ciento mujeres y 84,76 por ciento hombres) como en el tiempo dedicado (las mujeres dedican 1,28 horas más).
Además, las mujeres tienen su época de máxima dedicación entre los 40 y 50 años (con más de 5 horas diarias), coincidiendo con la etapa clave en la carrera profesional. Otro dato interesante es la variable del nivel educativo: a medida que aumenta la formación, las diferencias en cuanto a participación disminu-yen.
Los hombres que viven en pareja disminuyen la participación en actividades respecto a los solteros. Por el contrario, en las mujeres, el gran incremento en cuanto a dedicación se produce por el hecho de vivir en pareja (no por cuidar a dependientes).
Así, cuando las mujeres pasan de vivir solas a vivir en pareja sin hijos ni mayores dependientes aumenta el tiempo de trabajo de cuidados en 1 hora 8 minutos, un incremento mucho mayor que cuando a su convivencia en pareja se suma un menor.
Cuando las mujeres tienen un trabajo remunerado, no se reduce el porcentaje de participación, pero sí el tiempo dedicado (aunque sólo en una hora respecto a las inactivas). En cambio, en los hombres sí se reduce la participación (en 13 puntos porcentuales).
Por tipo de ocupación, el grupo de profesionales científicos e intelectuales es donde existe menos diferencia tanto en participación como en tiempo de dedicación, frente al sector agrícola, ganadero y pesquero, donde más brecha hay (cien por cien de mujeres dedicadas frente al 43 por ciento de hombres, y con una diferencia de tiempo de 5,46 horas)
Las mayores diferencias de género en tiempo dedicado al trabajo de cuidados se encuentra en el cuidado directo de menores, al que las mujeres dedican diariamente 7 horas y 54 minutos, frente a las 4 horas y 23 minutos de los hombres.
Desde el IAM, se trabaja a diario para fomentar la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, para luchar contra la discriminación de género y fomentar la presencia femenina en el ámbito público (laboral, económico, político) y la masculina en el ámbito privado (la familia). La mujer ha avanzado en el ámbito externo (a nivel profesional), pero este progreso no se ha visto acompañado al mismo ritmo de la introducción del hombre en el ámbito doméstico.
REDACCIÓN / CAMPIÑA DIGITAL