La práctica totalidad de las bodegas y cooperativas de la zona Montilla-Moriles reducirán este año la producción de vino dulce Pedro Ximénez (PX) para recuperar los precios en los mercados. "Es una táctica que se va a seguir en toda la Denominación de Origen", avanzó el presidente de la cooperativa La Aurora, Juan Rafael Portero.
FOTO: FRANCIS SALAS
De esta forma, la intención de los productores de este vino, considerado como la "joya de la corona" del marco vitivinícola cordobés, no es otra que la de " poner este año paseras más pequeñas para, de esta forma, subir el precio del PX y poder consolidar así este producto artesanal y costoso, que merece tener unos precios justos", según el presidente de La Aurora.
"El Pedro Ximénez fue uno de los pocos vinos cuyo precio no se vio incrementado el año pasado, por lo que es preferible agotar las existencias que quedan y generar menos producción para recuperar los precios de este vino, santo y seña de nuestra Denominación", indicó Portero, quien se mostró convencido de que en la próxima campaña, "ya sin excedentes en nuestras bodegas", la producción de vino dulce volverá a "parámetros normales".
Con todo, la decisión de reducir la producción de PX en el marco Montilla-Moriles no sólo se fundamenta en motivos económicos. El comienzo más tardío de la vendimia incrementa el riesgo de sufrir algún chubasco pasajero en las paseras, donde las uvas alcanzan el grado de deshidratación óptimo para dar lugar al vino dulce.
Y es que la gran enemiga de las paseras es la humedad. La aparición de las primeras lluvias puede afectar al peculiar proceso de elaboración del PX, que comienza con la exposición de los racimos de uva al sol durante algo más de una semana, con el objetivo de procurar la deshidratación de los frutos y la concentración de sus azúcares.
Pero el proceso de pasificación de las uvas requiere, esencialmente, calor y falta de humedad. No en vano, un exceso de agua en el ambiente puede provocar la proliferación de hongos en los frutos y, consecuentemente, la aparición de podredumbre gris, una enfermedad criptogámica que complica el proceso de crianza del vino, haciendo la fermentación más compleja.
Por ello, la cooperativa La Aurora baraja la posibilidad de no instalar su pasera este año. "Todavía no nos hemos decantado por la cantidad exacta de uvas que se destinarán a la pasera porque aún tenemos algunas existencias de PX y, además, en septiembre aumenta el riesgo de lluvias", reconoció Juan Rafael Portero.
Montemayor mantendrá la producción de vino dulce
A diferencia de la mayoría de productores de la zona Montilla-Moriles, la Cooperativa San Acacio de Montemayor mantendrá este año su producción de vino dulce para atender la demanda de sus clientes. La entidad, que el pasado año conmemoró el cincuentenario de su fundación, ha previsto destinar 400.000 kilos de uva a su pasera, que suele ser la primera en instalarse en la zona Montilla-Moriles.
"Los viñedos de nuestros socios se ubican en terrenos arenosos, lo que hace que las uvas maduren entre una semana y diez días antes que en el resto de la zona Montilla-Moriles", explicó el gerente de la cooperativa, Juan Antonio Aguilar, quien confirmó que la pasera de San Acacio, que se ubica junto a las instalaciones de la cooperativa, en las proximidades de Las Cabezas del Rey, alberga ya unos 100.000 kilos de uva.
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De esta forma, la intención de los productores de este vino, considerado como la "joya de la corona" del marco vitivinícola cordobés, no es otra que la de " poner este año paseras más pequeñas para, de esta forma, subir el precio del PX y poder consolidar así este producto artesanal y costoso, que merece tener unos precios justos", según el presidente de La Aurora.
"El Pedro Ximénez fue uno de los pocos vinos cuyo precio no se vio incrementado el año pasado, por lo que es preferible agotar las existencias que quedan y generar menos producción para recuperar los precios de este vino, santo y seña de nuestra Denominación", indicó Portero, quien se mostró convencido de que en la próxima campaña, "ya sin excedentes en nuestras bodegas", la producción de vino dulce volverá a "parámetros normales".
Con todo, la decisión de reducir la producción de PX en el marco Montilla-Moriles no sólo se fundamenta en motivos económicos. El comienzo más tardío de la vendimia incrementa el riesgo de sufrir algún chubasco pasajero en las paseras, donde las uvas alcanzan el grado de deshidratación óptimo para dar lugar al vino dulce.
Y es que la gran enemiga de las paseras es la humedad. La aparición de las primeras lluvias puede afectar al peculiar proceso de elaboración del PX, que comienza con la exposición de los racimos de uva al sol durante algo más de una semana, con el objetivo de procurar la deshidratación de los frutos y la concentración de sus azúcares.
Pero el proceso de pasificación de las uvas requiere, esencialmente, calor y falta de humedad. No en vano, un exceso de agua en el ambiente puede provocar la proliferación de hongos en los frutos y, consecuentemente, la aparición de podredumbre gris, una enfermedad criptogámica que complica el proceso de crianza del vino, haciendo la fermentación más compleja.
Por ello, la cooperativa La Aurora baraja la posibilidad de no instalar su pasera este año. "Todavía no nos hemos decantado por la cantidad exacta de uvas que se destinarán a la pasera porque aún tenemos algunas existencias de PX y, además, en septiembre aumenta el riesgo de lluvias", reconoció Juan Rafael Portero.
Montemayor mantendrá la producción de vino dulce
A diferencia de la mayoría de productores de la zona Montilla-Moriles, la Cooperativa San Acacio de Montemayor mantendrá este año su producción de vino dulce para atender la demanda de sus clientes. La entidad, que el pasado año conmemoró el cincuentenario de su fundación, ha previsto destinar 400.000 kilos de uva a su pasera, que suele ser la primera en instalarse en la zona Montilla-Moriles.
"Los viñedos de nuestros socios se ubican en terrenos arenosos, lo que hace que las uvas maduren entre una semana y diez días antes que en el resto de la zona Montilla-Moriles", explicó el gerente de la cooperativa, Juan Antonio Aguilar, quien confirmó que la pasera de San Acacio, que se ubica junto a las instalaciones de la cooperativa, en las proximidades de Las Cabezas del Rey, alberga ya unos 100.000 kilos de uva.
J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
