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La vendimia concluye en el marco Montilla-Moriles con un aforo final de 44 millones de kilos de uva blanca

El marco Montilla-Moriles ha dado por finalizada la vendimia 2018 con un aforo final de 44 millones de kilos de uva blanca, una producción que representa un incremento del 30 por ciento con respecto a la cosecha registrada el pasado año. Así lo dio a conocer esta semana la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja-Córdoba), que destacó que la calidad del fruto recolectado durante esta campaña ha sido "excelente" pese a las inclemencias meteorológicas que se han dejado notar en la comarca vitivinícola.



En los últimos tiempos, la campaña más productiva fue la del 2003, con 86,1 millones de kilos de uva, una cosecha que permitió elaborar 14,5 millones de litros de vino, de los que 1,5 millones correspondieron a la variedad Pedro Ximénez y 507.000 litros a vinos jóvenes. Desde entonces, el aforo hecho público por el Consejo Regulador sitúa en 2012 la peor cosecha de la última década, cuando cooperativas y bodegas apenas molturaron 27,6 millones de kilos.

Como viene siendo habitual en los últimos años, la recolección mecánica de las primeras variedades de uva blanca, ideales para la elaboración de vinos jóvenes sin crianza, volvió a marcar el pasado 8 de agosto el inicio de la vendimia en Montilla-Moriles, la más temprana de la Europa continental. El pasado año, la vendimia arrancó el 19 de julio, con dos semanas de adelanto con respecto al inicio de la recolección del 2016, que comenzó el 3 de agosto.

“Este año empezamos en las fechas habituales, aunque tal vez con dos o tres días de retraso”, reconoció el presidente de la Sectorial de Viña de Asaja-Córdoba, Juan Manuel Centella, uno de los promotores de la recolección mecanizada, una modalidad de trabajo que ha cumplido catorce años en la zona Montilla-Moriles y que permite cosechar una gran cantidad de fruto a salvo de las elevadas temperaturas que se registran en la Campiña Sur cordobesa en las horas centrales de la mañana.

En esta campaña, la tardía maduración de la uva tras una primavera muy lluviosa y un mes de julio anormalmente fresco propiciaron que la recolección de la uva se desarrollara, como es tradicional en el marco Montilla-Moriles, entre los meses de agosto y septiembre. Ello ha posibilitado también incrementar en un 30 por ciento la cantidad de fruto recolectado.

En lo que respecta a las variedades de uva tinta, la producción ha sido este año "similar a la campaña anterior", en torno a los 3,5 millones de kilos de uva, una cantidad que Asaja-Córdoba calificó de "baja" debido fundamentalmente al arranque de estas variedades en la zona.

Sobre los precios a los que se ha pagado el kilo de uva, Asaja-Córdoba detalló que las bodegas han liquidado en torno a 0,42 euros el kilo de fruto, toda vez que las cooperativas pagaron por la uva de la campaña anterior unos 0,63 euros.

Un sector emblemático

El marco Montilla-Moriles cuenta en la actualidad con algo más de 2.000 viticultores inscritos y con una superficie de viñedo que alcanza las 4.890 hectáreas inscritas en la Denominación de Origen Protegida (DOP), un tercio de ellas ubicadas en la Zona de Calidad Superior. A finales de la década de los setenta, Montilla-Moriles llegó a tener casi 20.000 hectáreas de viñedo y tras el importante arranque de cepas que tuvo lugar en los años ochenta y noventa, la superficie se ha estabilizado prácticamente en la última década.

En la actualidad, la DOP Montilla-Moriles engloba 18 municipios. De este modo, las localidades que conforman la Zona de Producción son Montilla, Moriles, Doña Mencía, Montalbán, Monturque, Nueva Carteya y Puente Genil, así como parte de los términos municipales de Aguilar de la Frontera, Baena, Cabra, Castro del Río, Espejo, Fernán-Núñez, La Rambla, Lucena, Montemayor y Santaella. La Zona de Crianza se completa, además, con el núcleo urbano de Córdoba capital.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR